Dadas las condiciones que impone la pandemia, la Comisión de Personas Mayores y Discapacidad de la Cámara de Diputadas y Diputados, planteó un proyecto que modifica la Ley 20.609, que establece medidas contra la discriminación, para exigir a quienes atienden público en instituciones públicas o privadas, la utilización de mascarillas transparentes para facilitar la comunicación con personas sordas.
“Hoy día, en Chile, existen un millón 500 mil personas con discapacidad auditiva. Por ello, creemos que es muy importante el cambio de tapa bocas por mascarillas transparentes, ya que esto ayudará a las personas sordas para la lectura labial y la expresión facial”, señaló Macarena Parada, presidenta de la Federación Nacional de la Comunidad Sorda de Chile.
Precisó que las personas que no conocen la realidad de la sordera no saben lo que significa padecerla. “Las barreras para realizar trámites, ir al doctor y otras diligencias, dificultan la independencia”, remarcó.
Por su parte, María Isabel Rosas, titular del Club de Audición y Lenguaje de la región del Ñuble, señaló que “hoy en día, nos encontramos más discapacitados que antes de empezar la pandemia, debido a que, por el uso del tapa boca, es imposible leer los labios y ver la expresión facial de las personas en el momento de comunicarnos. Este es un tema nuevo, porque lo trajo la pandemia y, a lo mejor, no se va a ir pronto. Por eso, es indispensable subsanar esta dificultad que nos aqueja y dejarla como principio de accesibilidad universal”, planteó.
Que la población sorda no quede postergada
La iniciativa establece que, “durante los períodos en que, por resolución fundada de la autoridad sanitaria y habiéndose dictado el correspondiente estado de excepción constitucional, la población del país o de una determinada localidad deba emplear elementos que impidan la transmisión de enfermedades infecciones, quienes atiendan público en instituciones públicas y privadas deberán emplear elementos de protección transparentes, al menos en la zona de la boca, para permitir la lectura de los labios por parte de la población sorda”.
Entre sus fundamentos, se señala que la necesidad de prevenir los contagios por Covid-19 ha llevado a la recomendación generalizada para el empleo de mascarillas u otro tipo de protectores faciales que impidan la transmisión del virus por medio de las mucosas salivales. Pero ello, se agrega, tiene como consecuencia que la población sorda quede postergada al momento de tratar de comunicarse con otra persona, como ocurre en todas las dependencias públicas y privadas en que se atiende público de modo habitual.
Además, indica que, si bien la prevención de los contagios del Covid-19 podría considerarse como una “justificación razonable” al amparo de esta norma, ello deja de ocurrir desde el momento que existen mascarillas y otros tipos de protectores faciales que, al ser transparentes, no impiden la lectura de los labios de la persona con la que necesita comunicarse el sordo.
La propuesta sostiene que esta realidad ha sido así entendida en países como España y Argentina, en donde se han establecido normas legales para permitir la lectura de labios sin dejar de lado el uso de las mascarillas.
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