A más de cuatro años de su implementación en Chile, el Modelo Islandés “Planet Youth” de Prevención de Alcohol y Drogas, liderado por Senda y la Universidad de Chile, está logrando positivos avances en las seis comunas pioneras que iniciaron este plan en la Región Metropolitana. Las Condes, Colina, Lo Barnechea, Renca, Melipilla y Peñalolén buscan la prevención del consumo de estupefacientes a través del fortalecimiento de los contextos sociales de los adolescentes, haciendo énfasis en el rol fundamental que tiene la familia.
En Chile, la baja percepción de riesgo es la principal causa del aumento en el abuso de sustancias nocivas dentro de la población adolescente, situación que según Humberto Soriano, presidente de la Asociación Médica para la Prevención (AMP) y pediatra de la Universidad Católica, es altamente perjudicial para los jóvenes. "En Chile habíamos visto un aumento progresivo en el consumo de alcohol y drogas en niñas, niños y adolescentes durante los últimos 15 años. Actualmente nuestro país está en el primer lugar del continente en esta categoría, lo cual es muy preocupante", señala.
Agrega que “la base del modelo islandés es un cambio de paradigma profundo en relación a la prevención. En vez de castigos, amenazas y charlas hablando de la droga, el foco principal está en la prevención. La clave es fortalecer los factores protectores y bajar los factores de riesgos. Algo que ha dado resultado, pues los datos que se han recopilado desde las seis comunas pioneras son destacables: el consumo de marihuana bajó de un 29% a 18% en niños y niñas de segundo medio entre el 2018 y el 2020, cifra nunca antes vista. Mientras que el consumo de alcohol tuvo una baja de 36% a 22% y el tabaco de 33% a 22%, en el mismo periodo”.
Estos datos se explican, sostiene Soriano, pues “las cuarentenas potenciaron los factores protectores, como el tiempo que pasan los jóvenes con sus padres, la monitorización cariñosa, la disminución de salidas tarde en la noche de niños y niñas, y el que los adultos sepan dónde están sus hijos en la noche. Al mismo tiempo, disminuyeron los factores de riesgo, como el fácil acceso a alcohol, drogas y los 'carretes' sin supervisión de un adulto. Estos resultados nos dan grandes esperanzas para los próximos 10 años, durante los cuales lograremos adaptar el modelo de Islandia y replicar lo que ellos hicieron: de pasar a ser el país con más consumo en jóvenes del continente, a ser el país con menos consumo”.
En tanto, el psiquiatra Mariano Montenegro, ex director de Senda e integrante de AMP, calificó como positivo el trabajo que se está implementando con el modelo islandés. “Me parece que es una muy buena iniciativa, que al menos las seis primeras comunas que se iniciaron el 2018 llevan un buen camino recorrido con adaptación a Chile y al territorio en especial. Si bien las seis son de la Región Metropolitana, son diversas, ya que dos son comunas ricas, una media con bolsones de pobreza, dos semi rurales y una urbana pobre, esa diversidad les da fuerza y permite que las seis están avanzando bien, con sus particularidades pero respetando los pilares del modelo”.
Consultado por la importancia que otras comunas del país trabajen la prevención de alcohol y drogas mediante el modelo islandés, Montenegro, dice que “es un modelo efectivo, que pone el centro en un sistema preventivo, centrado en cuatro pilares: Fortalecer el rol de las familias, grupo de pares, tiempo libre y escuela. Además, se centra en la prevención de niños/as y adolescentes, en base a la evidencia científica (factores de protección y factores de riesgo), fácilmente adaptables, donde lo fundamental será la implementación territorial (comuna), la que debe ser profundamente apoyada por el nivel regional y nacional desde los múltiples sectores del Estado y con apoyo presupuestario”.
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