Resaltando las acciones que pueden revertir el cambio climático, como también el rol de los bosques, en contraposición con las emisiones de dióxido de carbono, el último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ubicó a Chile en el lugar 29 a nivel mundial de Índice de Desarrollo Humano del 2020, el cual ahora incorporó la variable ambiental para su elaboración.
En relación al informe del año 2019, Chile avanzó del lugar 41 al 29, luego que en este nuevo informe del 2020, denominado “La próxima frontera: desarrollo humano y el antropoceno”, introdujera la variable experimental del tema ambiental y cómo las naciones están respondiendo a la mitigación del cambio climático y así revertir lo que los expertos ahora están definiendo como crisis climática.
Por ello, el director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita, explicó que una de las variables que ayudó a mejorar al país en este ranking mundial, donde además lo sitúa como uno de los líderes en Latinoamérica, es el sector forestal, contándose en la actualidad con una superficie de bosque nativo que cubre alrededor de 14,6 millones de hectáreas con muchas especies con alto grado de endemismo y, a su vez, por el aporte de las plantaciones exóticas comerciales, con 3,1 millones de hectáreas, generando productos que posicionan al sector como el segundo poder exportador del país, tras la minería del cobre. De esta forma, los bosques contabilizados por el inventario neutralizan el 62% las emisiones de los gases efectos invernaderos (GEI) provocadas por otros sectores en Chile y el 95% de las capturas del sector silvoagropecuario.
También expresó que Chile es uno de los países líderes a nivel mundial en los avances en el enfoque REDD+, que es la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los bosques. El principal logro alcanzado a la fecha es que Chile cuenta con un instrumento de política pública destinada a “disminuir la vulnerabilidad social, ambiental y económica que genera el cambio climático, la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía sobre los recursos vegetacionales y comunidades humanas que dependen de éstos”, indicó.
Dicho instrumento se llama Estrategia Nacional de Cambio Climático y de Recursos Vegetacionales (ENCCRV) de CONAF. Y es precisamente en el marco de esta política que Chile, a través de CONAF, se adjudicó US$ 63,3 millones del Fondo Verde del Clima (FVC) debido a los resultados obtenidos en la Reducción de Emisiones Forestales asociados a la implementación del enfoque REDD+.
Estos recursos serán destinados a contar del primer trimestre del año 2021 a financiar acciones orientadas a la mitigación y adaptación del cambio climático, entre las regiones del Maule y Los Lagos. En concreto, se contempla avanzar en gestión forestal sustentable en 25.541 hectáreas de bosques, destacando la forestación de 7.680 ha de bosque nativo, la restauración ecológica y/o de ecosistemas afectados por incendios forestales en 4.270 ha, la implementación de acciones y silvicultura preventiva contra incendios forestales en 3.840 ha y el manejo forestal sustentables de 9.730 ha.
Adicionalmente, y gracias a los importantes logros de Chile asociados al trabajo de CONAF, se firmó el primer Acuerdo de Pago por Reducción de Emisiones Forestales (ERPA) con el Banco Mundial y el Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF). Dicho acuerdo, al igual que el Fondo Verde del Clima, reafirman el compromiso del país por impulsar acciones REDD+ en los territorios que permitan cumplir con las metas establecidas en la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) de Chile, las que con ambición fueron duplicadas en el marco de la COP25 Chile-Madrid.
Según sostuvo el director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita, Chile tiene un gran compromiso que traspasa sus fronteras, dado que las acciones que hoy ejecute en su territorio tendrán impacto a nivel mundial, señalando que todas estas acciones apuntan a “nuestros compromisos internacionales, principalmente a través de la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC), donde el rol de los bosques es muy relevante”.
Al respecto, Munita agregó que estos compromisos han sido resaltados en el Informe del PNUD al consignar el documento que “es muy importante liderar mediante el ejemplo. Cuando los gobiernos subvencionan los combustibles fósiles, envían poderosas señales contradictorias, más allá de las evidentes implicaciones económicas y ambientales de dichas medidas. También transmiten mensajes muy claros acerca de sus valores. Varios países -entre los que figuran Chile, China, Japón y República de Corea- han enviado recientemente mensajes muy enérgicos en sentido contrario, al anunciar nuevos y firmes compromisos con la neutralidad en carbono”.
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