Cambios a gran escala que serán relativamente permanentes en la manera de relacionarse, no sólo entre las personas y las organizaciones sociales, sino que entre los Estados y al interior del sistema internacional es lo que vislumbra el docente del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Austral, Ricardo Molina Verdejo, en un análisis profundo de la actual pandemia de Coronavirus.
En el contexto de la pandemia mundial el profesor Molina, ampliamente conocido en Valdivia por sus estudios de la historia de las relaciones internacionales, puntualizó que tales cambios pueden ser “relativos” en su permanencia debido que “pudieran surgir otro tipo de emergencias internacionales con impacto global, que se tradujera finalmente en la introducción de nuevas modificaciones muy posiblemente de carácter estructural”.
Molina respondió a una entrevista que le hizo DiariodeValdivia.cl contraponiendo la actual situación con las áreas de la geopolítica, el trabajo, los mercados económicos y los movimientos sociales.
¿El Covid 19 puede “acelerar” procesos históricos?
Ha provocado más bien una "inflexión histórica", es decir, un quiebre en la marcha de los acontecimientos que eran más o menos esperables o predecibles. Que ello pueda significar una aceleración o desaceleración del proceso, dependerá de la corriente interpretativa que se haga del mismo. Para muchos analistas, la interpretación será que esta pandemia no afectará al sistema económico capitalista global y que sólo ha sido una pausa de la cual saldrá fortalecido con una veloz recuperación a gran escala. Para otros, lo ocurrido con la pandemia solo habrá demostrado las debilidades del sistema predominante, dejando a la vista las enormes inequidades entre países y entre personas, lo que invitaría a una reformulación o refundación de la economía mundial apuntando a construir sociedades más justas, participativas y equitativas.
¿Cómo podría verse afectada la economía mundial y nacional?
La recesión en la que ya nos encontramos de la economía global, está golpeando todas las puertas de los países del orbe y en algunos casos con más fuerza que en otros. La pandemia ha obligado a los gobiernos a imponer duras medidas en procura de salvaguardar la salud pública, pero afectando inevitablemente los sistemas productivos. El problema ha sido como intentar encontrar una ecuación que permita la estabilidad económica, social y política, controlando al mismo tiempo la pandemia.
Inevitablemente, el aislamiento social por la vía del confinamiento de las personas, ha tenido un efecto directo en los distintos sectores de la economía nacional, de manera rápida y especial en el sector terciario.
¿La pandemia puede afectar los liderazgos geopolíticos mundiales o de América?
Sí, definitivamente. Dados los distintos niveles de impacto en las naciones del mundo, el cómo se salga de la pandemia y las condiciones inmediatas después de ella, podría cambiar el orden mundial tal como aún lo conocemos. En una visión general, es posible que la dinámica establecida en los últimos años caracterizada por el rápido ascenso de China Popular a las ligas mayores de los países potencia, se vea afectado. Claramente, China, Los Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea se han situado en tiempos recientes como el club determinante de la política internacional en un frágil equilibrio. No es menos cierto que, además, las categorías individuales de los socios del club no han sido equivalentes o iguales, salvo en una gruesa ecuación al organizarse en alianzas estratégicas. No es misterio alguno que China y Rusia forman un bloque común, aunque cada uno con matices de autonomía a la hora de confrontarse con occidente, representados por los EE.UU. y la Unión Europea, los que igualmente tienen también diferencias en la manera que ven y sienten a sus adversarios.
¿Es comparable esta pandemia con las ocurridas en años anteriores?
Podrá haber acuerdo en que cualquier pandemia por el solo hecho de serla, pone en riesgo la existencia humana y con ello todas las expresiones que permiten entenderla tanto del punto de vista médico-biológico, como político, social, económico y cultural.
Independiente de la existencia de un mayor conocimiento científico en materia epidemiológica y mejores tecnologías en general, la ventaja de las naciones frente a la actual ha tenido que ver con la comunicación, pues nunca antes en la historia contemporánea de la humanidad se había tenido tanta tecnología en materia de comunicación instantánea entre personas y entidades, como lo ha sido hoy en día. Esta condición, sin duda, ha contribuido a atenuar los efectos de la pandemia al disponer con alguna anticipación de la información necesaria con el fin de diseñar, por parte de las autoridades en todos los niveles, las más adecuadas y oportunas medidas ante el Covid - 19. Los ejemplos de los modelos anti pandemia tanto chino como europeos, han sido claves al momento de tomar decisiones en los países americanos en la línea de la prevención y el control del fenómeno. A nivel de los simples ciudadanos, el acceso a la información y la comunicación, les ha permitido en muchas ocasiones permanecer en tiempo real estar cercanos con sus familias o amistades a pesar de las distancias geográficas impuestas por los cierres de fronteras. Paradojalmente, la información excesiva o la sobre información disponible en las redes, tiende a provocar el efecto contrario al esperado: la desinformación con lo que pone en pugna a las distintas verdades que se desean imponer por corporaciones, gobiernos y similares.
¿En qué posición puede quedar China, considerando que es el país de origen del virus y la mejor economía mundial?
Al momento de surgir súbitamente el foco infeccioso en la ciudad de Wuhan, China Popular se encontraba arribando a algunos acuerdos con los EE.UU. luego de meses de encuentros y desencuentros en lo que se denominó "guerra comercial", lo que ya había tenido impactos negativos en la economía de la potencia asiática y una desestabilización de los mercados a nivel global. Los acuerdos alcanzados anunciaban positivos efectos para el mundo, lo que generó en tal momento grandes expectativas, las que incluían una rápida recuperación de China con la consiguiente buena noticia para los países exportadores de materias primas como el caso chileno con el cobre. Sin embargo, la situación cambió radicalmente y el Coronavirus de Wuhan se convirtió en la sepultura momentánea, suponemos, del desarrollo y consolidación de China como potencia mundial capaz de ponerse a la par en pocos años con EE.UU., país que continúa situado en la cúspide del poder mundial. Todo esto ha permitido abrir espacios para innumerables especulaciones respecto del origen del virus y de quien y para qué lo habría creado. Sea cual sea la respuesta a tales interrogantes, lo que es claro que el mundo entró en recesión que parece será la más grave del último siglo. A pesar de todo, algunos expertos señalan de manera optimista que la velocidad de salida de la crisis producida, debería ser mucho más rápida que cualquiera de las anteriores, ello, en atención a las características del sistema económico global.
¿Se detendrán las migraciones?
La pandemia con toda seguridad pondrá una pausa al fenómeno, más aún, en esta etapa ha gatillado movimientos de retorno a los lugares de origen. Pero tengo la convicción que una vez superado el Covid-19 y recuperada la economía, volverán a producirse los flujos migratorios, aunque muy probablemente al comienzo a una menor escala. La economía mundial y la dinámica global de los acontecimientos que caracterizan a lo que va del presente siglo, continuarán estimulando el movimiento de personas entre las distintas latitudes del planeta.
¿Cree que se produzcan cambios en el sistema laboral mundial?
Lo más probable es que sí se produzcan en el corto y mediano plazo. Muchos países llevarán adelante reformas de distinto orden para reactivar sus economías. Las alternativas crediticias a nivel internacional serán opciones para todas las naciones de orbe y muy particularmente para los países emergentes o subdesarrollados. Con toda seguridad escucharemos de reformas diversas con el fin de mejorar las tasas de empleo y aquellas dirigidas a darle liquidez a los mercados para así dinamizar las economías. La banca y las empresas privadas mirarán al Estado como un socio solidario en el que buscarán apoyos para garantizar la viabilidad y sostenimiento en el tiempo. Los movimientos sociales exigirán respuestas de verdad efectivas al mismo Estado y gobiernos de turno, para salir de la crisis y la precarización producida. En fin, en efecto, las grandes victimas serán las personas comunes y corrientes que esperarán con ansias mantener sus fuentes laborales y otros muchos obtener un nuevo trabajo, todo ello en condiciones posiblemente bastante más precarias que las que hemos tenido hasta ahora. Evidentemente, un sombrío panorama del que esperemos podamos salir con velocidad y solidez.
¿Qué hay respeto de la ciencia y la medicina tras la pandemia?
Es muy posible que los sistemas de salud tanto públicos como privados en los diversos países, deberán asumir inversiones importantes en formación de personal médico, investigación científica, equipamiento e infraestructura. En la misma línea, las entidades de previsión sanitaria, crearán nuevos seguros de salud para enfrentar las afecciones de este tipo y, desde luego, los gobiernos y sectores del mundo político propondrán modificaciones constitucionales con el fin de garantizar de manera efectiva y real, los más básicos de los derechos: a la salud y la vida misma.
El escenario más cercano que podremos observar a nivel planetario, será aquel en donde se intentarán construir respuestas permanentes frente a fenómenos como el que estamos experimentando, pudiendo poner en jaque a las democracias y sistemas de gobierno de base representativa.
¿Cómo vislumbra la situación de Chile post pandemia?
Evidentemente el golpe en la economía implicará grandes desafíos para Chile, de manera especial en la recuperación de tasas de empleabilidad inferiores a dos dígitos. No sería extraño que el país deba asumir créditos internacionales a largo plazo con el fin de reactivarse económicamente, comprometiendo el futuro de las siguientes generaciones. Ahora bien, si surge algún acuerdo mundial que permita el acceso a tales créditos con tasas razonables y socialmente aceptables, podría construirse un futuro sostenible y viable para salir adelante en materia de orden político, económico y social, pero claramente llevando adelante un cambio que nos lleve a un sistema mucho más justo en la distribución de la riqueza. En tal sentido, esta circunstancia abre una oportunidad para ser mejores como sociedad y como país. Como se comprenderá, la pausa producida en cuanto a la crisis derivada del “estallido social”, sin duda se reactivará a mediano o corto plazo, por lo que deberá actualizarse la agenda política y social en materia del cambio constitucional, entre otros temas fundamentales. Creo que ninguna sociedad o nación será la misma después de la pandemia. Roguemos para que esta compleja y traumática experiencia de la humanidad, sea el inicio para la construcción de una nueva era y un mundo mejor.
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