El descubrimiento se realizó en el Volcán Llullaillaco, en la Región de Antofagasta, el cual es conocido por producir explosiones periódicas y por su altura de 6.739 metros sobre el nivel del mar. Justamente, en lo más alto de este coloso, fue donde se capturó con las manos un pequeño roedor conocido como ratón orejudo amarillento (Phyllotis xanthopygus rupestris).
Este roedor, mide alrededor de 13 centímetros y se reconoce por sus grandes orejas y vientre color gris, vive en Perú, oeste de Bolivia, este de Chile y oeste de Argentina y hasta este hallazgo, solo se relacionaba con alturas no superiores de 5.600 msnm. El Dr. Guillermo D’Elia, uno de los investigadores involucrados, contó que se capturaron diversos ejemplares usando trampas tipo Sherman, que son cajas rectangulares de aluminio con una sola entrada, las cuales son usadas para capturar mamíferos pequeños, pero la captura del roedor a más altura, en la cima del volcán, fue realizada directamente con las manos.
En una expedición anterior en el volcán Llullaillaco, los investigadores colectaron roedores, pero jamás a la altura que se ha reportado ahora, dijo el Dr. D’Elia, quien es académico del instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la Universidad Austral de Chile y del programa de Doctorado en Ciencias mención Ecología y Evolución de la misma casa de estudios.
“Lo más sorprendente de nuestro descubrimiento es que sobrepasa holgadamente los registros altitudinales anteriores, tanto de la especie, como de todos los demas mamíferos. A 6700 metros sobre el nivel del mar no hay vegetación, las temperaturas son extremas y hay poco oxígeno. Es un gran desafío para un mamífero vivir ahí, explicó D’Elia,
Este mamífero tiene una amplia distribución que incluyen pastizales, arbustales y roquerios altiplánicos, andinos y patagónicos; también puede capturarse en zonas de cultivos. Ahora también se reconocerá mundialmente por ser el mamífero encontrado a mayor altura.
Necesidad de más investigación
El Director del Programa de Doctorado de Ecología y Evolución de la Universidad Austral de Chile, Dr. Juan C. Opazo, también formó parte del descubrimiento y comentó sobre la poca información de aspectos básicos de la fauna chilena, tan elemental como saber cuáles son las especies que habitan en determinada área. “En este descubrimiento también estuvo involucrado un estudiante de nuestro programa doctoral, Marcial Quiroga-Carmona, lo cual nos da una gran satisfacción ya que incentiva a nuevas generaciones a continuar este tipo de investigaciones”, comentó Opazo.
Por su parte, el académico D´Elia es claro en decir que la única manera de lograr estudiar y comprender una cantidad de aspectos de la biodiversidad es en terreno. “Los roedores colectados durante esta campaña, incluido el ejemplar capturado a 6.739 metros de altura, se encuentran depositados en la Colección de Mamíferos de la Universidad Austral de Chile, donde esta disponible para la comunidad científica. No sabemos que uso le pueden dar a este ejemplar en el futuro, los y las colegas del siglo XXII o dentro de 200 años. Piensen por ejemplo que hoy extraemos ADN de ejemplares colectados mucho antes que se conociera la estructura de dicha molécula”.
Próximas investigaciones
El Dr. D’Elia adelanta que estudiarán cómo se relacionan genéticamente las poblaciones de altura con las de tierras bajas. Tambien les interesa comprender cómo éstos roedores enfrentan el vivir en la altura; ¿hay diferencias constitutivas o son ajustes más bien plásticos? ¿Qué comen los ratones en la cima del Llillaullaco? Son algunas de las interrogantes que ahora tienen los especialistas. “El abanico de preguntas y oportunidades que se abre es inmenso y como pasa en ciencia, es en la práctica interminable” concluyó el investigador.
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