Considerando que “mientras a diario estamos viendo como países adoptan medidas de fondo, incluso nacionalizando empresas, para evitar que la crisis generada por el Coronavirus repercuta en el bienestar de sus ciudadanos y también para que sus sistema económico resista el impacto de esta pandemia, en Chile conocimos medidas en favor de las empresas, pero seguimos esperando que se adopten medidas en favor de las familias, para que la crisis sanitaria no les meta la mano al bolsillo”, aseveró el senador Alfonso De Urresti.
El legislador enfatizó que “Ahora es cuando estos servicios básicos privatizados deben contribuir con sus clientes. Los bancos han adoptado medidas y algunas empresas de servicios de agua y eléctricas, como Essal y Saesa, también lo están haciendo, pero los consumidores ven que muchas de estas medidas tienen letra chica. No se puede dejar la estabilidad financiera de las familias más modestas al arbitrio de las empresas. El gobierno, aprovechando el estado de excepción en que nos encontramos, debe poner topes, aplazamientos y moratorias de todos aquellos cobros de bienes y servicios vitales, para que las familias puedan permanecer en sus casas, sin ver como se profundizan sus deudas”.
De Urresti señaló que “desde las empresas y el Ejecutivo también debe entenderse que no pueden seguir tomando medidas como si en todo Chile se viviera como en Santiago. Hay gente que vive sola, personas postradas, adultos mayores que no tienen acceso a internet y muchas comunidades rurales que tampoco tienen conectividad digital. Las medidas deben ser accesibles a todos quienes las necesitan. Para eso es importante que se considere cada realidad regional”.
“No sirve de nada hablar de una cuarentena que sigue voluntaria, en la medida que la gente se pueda quedar en su casa o no, si muchos chilenos y chilenas, como hemos visto en los medios que igual deben salir a trabajar diariamente para dar sustento a sus familias, muchas de ellas con ingresos diarios. Para que más chilenos puedan mantenerse en casa, se requiere que los empleadores flexibilicen horarios y asistencias, como incluso ya lo ha determinado la justicia, pero también que el gobierno disponga los recursos para garantizar pisos mínimos de salarios y beneficios, especialmente de las familias más pobres”, indicó el senador.
Finalmente, el parlamentario dijo que “antes de pensar en salvar empresas que por años han tenido utilidades millonarias, hay que salvar a las personas, a las más vulnerables. Pero esas medidas deben ser con cargo a los fondos que Chile tiene en el extranjero como el de estabilización económica y social, y no seguir sacrificando el seguro de cesantía de miles de trabajadores que, además, han perdido parte importante de sus pocos ahorros en las AFP”.
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