Por años el vino ha sido el rey de la mesa a la hora de maridar con carnes, pastas o pescados, pero dado el auge que ha tenido la cerveza en el mundo, con la aparición de diferentes cervecerías artesanales que cuentan con diferentes técnicas y sabores para crear productos novedosos, la oferta de bebidas para poner en práctica un buen maridaje se ha ampliado.
Para los fanáticos de la cerveza, estos tips pueden ser de gran ayuda al momento de combinar comidas y así saber cómo crear la sinergia perfecta.
“Para carnes a la parrilla las cervezas oscuras, con notas a tostado o ahumado y de alta fermentación como la Stout, Imperial Stout o incluso la Kross 110, son las más indicadas. De esta forma, los sabores algo amargos se emparejan perfectamente con el ahumado de las carnes asadas al carbón o leña”, señala Asbjorn Gerlach, co fundador y maestro cervecero de Kross.
En el caso de los embutidos, encontrar la combinación exacta es complicado, por lo que el consejo es compensar el sabor fuerte o su textura con cervezas más ligeras y suaves.
En cuanto a las carnes rojas, hechas a las brasas, por ejemplo, se pueden combinar con cervezas rubias más ligeras y suaves. Este tipo de preparaciones tienen un sabor peculiar y la cerveza no les puede restar sabor, por lo que hay que escoger algunas que sean del tipo lager, que tienen un toque mucho más suave y que permite saborear la carne sin ser interrumpida, dice Gerlach.
Para el maestro cervecero, hay ciertos tipos de cerveza que resultan en una coordinación exacta con ciertas comidas. En ese caso, si lo que se tiene en la mesa es un plato de carne de cerdo, la combinación perfecta es con una cerveza del tipo Lager o Pilsen, que tienen la característica de ser ligeras y suaves.
“Algunos tipos de carne de cerdo, como el costillar, dejan un rastro de grasa en la boca, algo muy normal en estos cortes, por lo tanto, para sentir más el sabor de la carne hay que buscar la combinación con cervezas suaves”, dice Marcelo Muñoz, de Doña Carne.
Si el maridaje es con carnes blancas asadas, una lager liviana o una brown ale también son la mejor opción, ya que todas complementan perfectamente el sabor del pollo, por ejemplo.
Sin embargo, “al momento de cocinar alguna carne blanca con cerveza, como se usa en algunas cocinas chilenas, es importante que el maridaje se realice con la misma cerveza que se utilizó para cocer el corte elegido”, finaliza Muñoz.
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