Durante los últimos meses, Essal llevó a cabo un proceso de inspección de pruebas de humo en la red de alcantarillado de Paillaco, detectando la existencia de un total de 78 conexiones irregulares de importancia en la comuna.
De acuerdo a los antecedentes entregados por la empresa sanitaria a Diario Paillaco, más del 70 por ciento de las instalaciones clandestinas corresponde principalmente a bajadas de aguas lluvia y cámaras domiciliarias en mal estado. La revisión también detectó otros tres sumideros públicos conectados a la red de aguas servidas.
La empresa señaló que esta situación impacta significativamente la operación de Essal y afecta al objetivo de desarrollar ciudades más sustentables.
PRUEBAS DE HUMO
El subgerente territorial norte de Essal, Pedro Garrido, informó que "en el marco de nuestro plan de mantención y reforzamiento del alcantarillado en Paillaco, las pruebas de humo entregan una evidencia visual imprescindible para identificar conexiones irregulares. Su ejecución está a cargo de un equipo técnico especializado de la empresa que utiliza componentes inocuos que no generan ningún riesgo al contacto con las personas”.
En cuanto a la evidencia, si las conexiones cumplen con la normativa, el humo aflorará en la cámara de inspección del alcantarillado. De lo contrario, si existe una instalación deficiente por parte de los usuarios y clientes, el humo podría presentarse al interior del domicilio o recinto. En este último caso, el cliente es notificado para regularizar a la brevedad esta situación.
Por ello el ejecutivo hizo un llamado “a nuestros clientes y vecinos para que revisen y regularicen preventivamente sus bajadas de aguas lluvias, de esta forma estarán contribuyendo a mitigar rebases en vía pública o en cuerpos de agua".
AGUAS LLUVIAS
Essal informó que se ha visto seriamente impactada en forma permanente por el ingreso ilegal de las aguas lluvias a sus redes de alcantarillado. Lo anterior se encuentra agravado por la inexistencia de Planes Maestros de Aguas Lluvias, que deben ser ejecutados por las autoridades pertinentes en la mayoría de las ciudades de nuestro país.
El efecto concreto que esta situación ajena a la responsabilidad de Essal, es que la infraestructura sanitaria que está diseñada solo para conducir y tratar las aguas servidas y no las aguas lluvias, se ve afectada comprometiendo la continuidad del servicio público sanitario, la calidad de vida de las personas y el medioambiente.
Por lo anterior, se requiere de manera urgente alcanzar un acuerdo público – privado que permita la gestión eficiente de las aguas lluvias por parte del Estado y reconozca la necesidad de ejecutar obras de seguridad para dotar de resiliencia a las infraestructuras sanitarias de las comunas de las regiones de Los Ríos y Los Lagos en las cuales Essal presta servicios.
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