“Hemos visto la aparición de un juego donde básicamente se premia al que hace trampa enfocado en niñas, niños y adolescentes. La corrupción no puede ser un juego en el país”. Con estas declaraciones el presidente del Consejo para la Transparencia, Marcelo Drago, se sumó a las reacciones negativas que ha generado en organizaciones anti corrupción el popular juego Monopoly, que está promocionando una “edición para tramposos”.
Asimismo afirmó que: “No podemos banalizar los actos de corrupción, ni transformarlo en un juego y premiar al que hace trampa” y agregó que "este tipo de juegos, que pueden aparecer como muy creativos no contribuyen en nada a crear una cultura de responsabilidad, una cultura de la transparencia y son contraproducentes con los esfuerzos que hacen diversas instituciones, incluyendo el Consejo para la Transparencia, en tratar de formar a niños, niños y adolescentes”.
La nueva edición del juego de mesa se basa en el antiguo juego Monopoly, pero en este caso el que ganador es el que se ve posibilitado de ejercer actos de corrupción, además de tener una serie de elementos representativos y figuras alusivas a historias y personalidades vinculadas con anti valores como corrupción, trampa y engaño.
El titular del CPLT explicó que la preocupación de la entidad sobre este tema deriva en la misión que le corresponde como garante de la transparencia y el derecho a la información pública: “Llevamos diez años con una ley de Transparencia intentando promover una cultura de la transparencia, de la probidad y del combate a la corrupción en todas las instituciones nacionales; y todos somos responsables de avanzar en esa línea. El Consejo tiene competencias y atribuciones para promover una cultura de la transparencia y la integridad pública, y esta misión se juega en todos los niveles”.
Para Drago es complejo que la empresa privada genere productos que no se hacen responsables de temas sociales tan relevantes, indicando que “hay una cosa básica de autoresponsabilidad, de autoregulación, de hacerse cargo de sus propias acciones para todo el mundo privado. Aquí nadie está exento de fomentar una cultura de la transparencia y nadie puede sacar partido buscando banalizar la corrupción de esta forma”.
Y más allá de las acciones legales que se puedan iniciase, Drago llamó a la responsabilidad a los empresarios: “Hay que hacer un llamado a la responsabilidad de las empresas privadas en esta línea y sobre todo las que venden servicios a niños, niñas y adolescentes; a hacerse responsables de la formación ciudadana y a no banalizar la corrupción”.
Al ser consultado sobre la eventualidad de que se trate de una representación social que puede hacerse actualmente en Chile, el titular de Transparencia comentó que en ese caso: “eso no significa que la tengo que valorar o encontrarla positiva. Si es una lectura social lo que cabe es reprocharla y hacer un juicio de valor al respecto”.
El presidente del Consejo destacó por sobre este tipo de productos –dado que existen otro tipo de juegos en los que se maneja la lógica de la ironía en temas de corrupción-, las acciones que el CPLT impulsa desde hace varios años en la línea de formación ciudadana y transparencia, y en la educación sobre conceptos como probidad y lucha contra la corrupción.
Dragó comentó sobre el particular: “Hace poco como Consejo lanzamos un concurso de videos sobre transparencia, probidad y combate a la corrupción; tenemos un juego de educación cívica para Smartphone que compiten entre colegios y al frente una empresa aparece con un juego que va en el sentido completamente contrario banalizando y premiando a la corrupción”.
Los dos concursos del CPLT tienen foco educativo y se orientan a alumnos de educación básica y media de establecimientos educacionales de todo Chile. Uno de ellos, y cuyas postulaciones se encuentran abiertas hasta el 25 de noviembre, es el Primer Concurso de Videos Escolares “Cuido Mi País” –para alumnos entre 1° y 4° medio-; el segundo es el video juego “CIUDADAN@S”, que busca introducir conceptos relacionados con educación para la ciudadanía, y que será lanzado en el último trimestre de 2018.
El CPLT viene implementando desde hace algunos años una línea de trabajo de Formación Ciudadana y Transparencia para aportar al desarrollo de competencias cívicas y ciudadanas entre las niñas, niños y jóvenes del sistema escolar y educación superior, así como actividades orientadas a los profesores que educan en estas materias.
Asimismo, se cuentan las “hackatones ciudadanas” promovidas por el Consejo, instancias que en sus tres versiones han reunido a estudiantes de distintas disciplinas como diseño, computación, ciencias sociales para crear aplicaciones e impulsar el uso de datos públicos abierta y acceso a la información pública para generar soluciones que impactaran en la vida de las personas.
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