Con un fuerte llamado de alerta inició el Taller de Emergencia plaga Didymo, efectuado este martes 25 de noviembre, en el auditorio de Liceo Rural Llifén. El taller viene a dar cuenta de la realidad que enfrentan las aguas de la zona y se efectuó de manera conjunta entre los municipios de Futrono, Lago Ranco y las autoridades regionales de Sernapesca, Subpesca y Sernatur.
Cabe recordar que se ha declarado “área de emergencia” al polígono que constituyen los ríos Curriñe, Blanco, Maihue y Calcurrupe y que precisamente hoy martes se publicó la resolución al respecto. Durante los meses de marzo y abril se tomaron muestras en las aguas del río Curriñe, las que arrojaron positivo a los análisis de la plaga.
En general, hubo una baja asistencia al importante llamado realizado por las autoridades del ramo; sin embargo, estuvieron presentes personas ligadas al rubro pesquero, turístico y hotelero de la zona. Junto a ellos, participaron la alcaldesa de Futrono, Sarita Jaramillo, el administrador municipal Óscar Mendoza, la encargada de Medio Ambiente, Paulina Pino, el presidente de los Operadores de Pesca Recreativa de la comuna, Adrián Dufflocq Borie, boteros y microempresarios hoteleros.
Entre el grupo especializado y encargado de dictar el taller, se encontraban el director regional de Sernapesca, Germán Pequeño, director zonal Sernapesca, Christian Hinrichsen, director de Subpesca Guillermo Rivera y la representante de Sernatur Los Ríos, Marcela Ruíz.
Al respecto, se refirió la jefa comunal señalando que es una problemática que afecta, en este minuto, al río Curriñe, pero que podría propagarse al resto de ríos y lagos de la cuenca. “Para nosotros es mucho más complejo, sobre todo en el aspecto turístico, pues ahora es en Curriñe, pero esas aguas corren y otros podrían afectarse. Para eso estamos hoy aquí, para evitar que esta plaga tan nefasta continúe proliferando”, expresó Jaramillo al inicio de la jornada.
De igual manera, el director regional de Sernapesca hizo un llamado a la comunidad ligada a la pesca recreativa, a boteros y a hoteleros del sector. “Esta microalga, una vez que aparece, prolifera rápidamente, se pega a las rocas, crece en cursos de ríos y no hay forma de poder eliminarla, afectando directamente la pesca y otras actividades del tipo turísticas que se desarrollan en torno a las aguas, además de la desagradable apariencia que tiene”, planteó Germán Pequeño.
ADRIÁN DUFFLOCQ: “SI SE HACE SABER QUE EN LA COMUNA ESTAMOS EXIGIENDO PRECAUCIONES, LAS VAN A ACATAR”
También se refirió a la problemática el representante de los Operadores de Pesca Recreativa de la comuna, Adrián Dufflocq, quien no desconoce la labor de la autoridad, pero cree debería haber más firmeza y una normativa al respecto.
“Si no hay una obligación de lavar las lanchas, los kayak, las botas o los equipos de pesca, no habrá resultados. Debería haber una sanción, sale más barato que otras medidas, quizá va a costar unas 30 multas pero la voz se va a correr rápidamente, sobre todo a través de los medios de comunicación. Si no se hace saber que no se puede ir a pescar sin tomar precauciones básicas, si no se hace de manera taxativa y seria, no vamos a llegar a ninguna parte. Yo, como particular, no puedo obligar a nadie a cuidar las aguas”, enfatizó.
Además, el también propietario de un lodge en el sector de Cumilahue, señaló que la calidad de la pesca no sólo pasa por la cantidad de peces, el paisaje, la estética y la naturaleza, son factores muy importantes en la pesca deportiva.
APELANDO A LA CONCIENCIA
Respecto a la toma de medidas más drásticas por parte de la autoridad para quienes no cumplan con el cuidado mínimo que evite la propagación de la Didymosphenia geminata, el director regional señaló que “podría ser una medida”, pero que su mitigación corresponde a las autoridades, en cuanto a información y difusión, y directamente a los afectados en cuanto a la prevención.
“Apelamos a la conciencia de la gente, les estamos dando un aviso importante de lo que esta plaga podría traer para sus emprendimientos; sin embargo, continúa expandiéndose”, concluyó Pequeño.
Cabe señalar que las autoridades pertinentes a este respecto, han realizado diversas intervenciones en cada zona afectada, a través de panfletos, gigantografías, charlas, cursos, difusión radial y televisiva, talleres como el que se realizó en el Liceo de Llifén, entre otras actividades.
En la misma línea, una de las principales medidas que se han ejecutado ha sido la instalación, en diversos puntos, de estaciones de desinfección de equipamientos recreativos y de pesca. Existen en el acceso a la cuenca del Lago Ranco y en diferentes localidades de la comuna; Futrono, Llifén, Nilahue, San Pedro, por mencionar algunas, pero no es obligación utilizarlas.
La encargada de medio ambiente de la municipalidad de Futrono, Paulina Pino, señaló que pese a la falta de asistentes, se espera puedan compartir la información y colaborar en el cuidado de las aguas de la zona.
ANTECEDENTES
El didymo es una plaga que se presenta en aguas dulces, desde pequeñas acequias hasta grandes ríos. Lleva 4 años en Chile y su propagación sólo avanza, pues es rápida y sin retroceso. Hasta el minuto, no se conocen formas de erradicarla.
El antecedente más directo es Nueva Zelanda, país en que la plaga se presentó y no ha podido ser eliminada, además es un parámetro para Chile, pues se están estudiado y abordado algunas medidas de mitigación como las que han implementado sus autoridades.
Pese a que no se conocen métodos para atacarlo y nada ha dado resultado, hoy se trabaja arduamente en evitar su propagación.
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