Como ya se ha hecho tradicional, cada año se distinguen como vecinos ilustres a aquellas personas que han desarrollado una vasta trayectoria a nivel comunal. En el aniversario número 79 de Paillaco, este honor recayó en Carlos Aravena y Sabas Villanueva.
Ambos señalaron haber sido sorprendidos con la noticia, pero luego reconocieron que sí tienen méritos para haber recibido este premio.
Carlos Aravena ha destacado por su labor de ayuda desinteresada a diferentes personas y familias de Paillaco. “Mis obras fueron anónimas; ayudé a personas que perdieron sus casas en incendios, también a minusválidos que carecían de los medios para movilizarse y, facilité catres clínicos para personas con enfermedades terminales”.
Sabas Villanueva es reconocido como parte del patrimonio histórico vivo de la comuna, por pertenecer a una de las familias fundadoras de Paillaco. Pero además, ha destacado en su profesión, manteniendo la tradición del calzado artesanal. “Le he enseñado el oficio de zapatero a muchos niños y jóvenes que hoy día se ganan la vida en esto. Además, he confeccionado zapatos para personas que han venido desde España y Canadá, porque allá no hay zapateros artesanales”.
DESTACADOS DIRIGENTES
Además de su labor social, los Vecinos Ilustres 2013 han sido importantes dirigentes paillaquinos. Carlos Aravena fue director de la Segunda Compañía de Bomberos durante 8 años y posteriormente, ocupó el cargo de Superintendente de Bomberos por 5 años. Además, presidió la Asociación Gremial de Dueños de Camiones de Paillaco durante 17 años. Por su parte, Sabas Villanueva fue dirigente de la Asociación de Fútbol de Paillaco y participante activo en la adquisición del inmueble del teatro O’Higgins, en la década de 1950. Actualmente, es el socio más antiguo de su querido Club Deportivo Paillaco Atlético y jugador del Club de Rayuela Diego Portales.
Los familiares de ambos homenajeados participaron con mucho orgullo y satisfacción del merecido reconocimiento, que les otorgó la comunidad paillaquina a los nominados Vecinos Ilustres 2013.
“Yo llegué a Paillaco en el año 1963, no traía nada y aquí encontré a mi señora y tuve a mis hijos. Valoro desde el corazón este homenaje, porque muchas veces no todas las personas son reconocidas”, comentó Carlos Aravena. Y Sabas Villanueva finalizó diciendo: “a pesar de que mi señora falleció hace pocas semanas, estoy contento por este reconocimiento. Al principio pensaba que esto no era para mí, pero cuando joven hice hartas cosas”.
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