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Por Yopublico.cl , 28 de julio de 2022

Cómo el uso incienso puede ayudar a mantener tu hábito de meditación diaria

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¿Sabías que el uso de incienso puede ayudarte a hacer de ésta práctica algo natural en ti? Te contamos cómo convertirlo en una parte fundamental de tus meditaciones y cómo puede ayudarte a establecer un hábito.

¿Te has planteado aprender a meditar? Es probable que la meditación llame tu atención por los beneficios que reporta, pero aún no la intentas por el temor de no poder mantener el hábito diario. O, en efecto, has intentado incluirla en tus rutinas pero no has tenido éxito por falta de constancia.Pero… ¿Sabías que el uso de incienso puede ayudarte a hacer de ésta práctica algo natural en ti? Te contamos cómo convertirlo en una parte fundamental de tus meditaciones y cómo puede ayudarte a establecer un hábito.

El incienso y su vínculo eterno con la meditación.

El incienso, y los agradables aromas naturales que deja escapar al quemarse, es conocido por calmar la mente y proporcionar paz interior, purificando los espacios y elevando el estado de ánimo. En la meditación, la mente necesita aislarse de las distracciones para alcanzar la paz absoluta, es por ello que es una práctica común en todo el mundo quemar varitas de incienso antes de empezar a meditar para que las personas puedan concentrarse mejor en sí mismas y en la experiencia.

Se trata de una práctica tradicional llevada a cabo durante siglos, en la que la quema de incienso y la meditación van de la mano; la primera para calmar la mente antes de entrar a la actividad, y la segunda para conectar con nuestro ser interior

El reto de la meditación diaria.

Cada vez son más las personas que deciden adoptar la meditación en sus vidas por todos los beneficios que trae al ser humano. Y no están equivocadas, se trata de una actividad que aporta enormes efectos positivos a nivel físico y emocional. Empezar con la meditación mejorará tu bienestar general: te ayudará a relajarte, a elevar tu conciencia y a mantenerte enfocado, generando un cambio en todas las áreas de tu vida.

Sí, ya sabes que la meditación es buena para ti. Estás consciente que va a ayudarte a disminuir estrés, dolencias físicas, ansiedad, depresión y mucho más. Entonces…. ¿Por qué es tan difícil mantener la constancia? ¿Por qué cuesta comprometerse con una práctica diaria?

Como todo, se trata de la creación de un hábito, lo que siempre va a implicar tiempo, mucho compromiso y acciones constantes para que, paso a paso, la actividad se convierta en algo natural para nosotros. ¿Cómo podemos ayudar a este proceso?

Existen especialistas en procesos de creación de hábitos que señalan que para arraigar éstos en nuestras rutinas, deben existir 3 elementos fundamentales: una señal (o elemento desencadenante) una rutina y finalmente una recompensa.

Podemos aplicar este mismo concepto para desarrollar el hábito de la meditación, utilizando el incienso como señal. En este sentido, encender incienso previo a la sesión de meditación puede convertirse en esa señal desencadenante que active a nuestro cerebro y lo alerte de que viene una actividad de rutina seguida de una recompensa.

Y es que aunque de manera consciente sepamos de los beneficios que nos traerá nuestra sesión de meditación, el simple paso físico de encender el incienso es la manera perfecta de fomentar la atención plena y preparar el escenario para una meditación relajante.

Tener un espacio físico al que acudir a meditar es también una buena manera de reprogramar nuestro cerebro en la formación del hábito. Para ello, no es necesario una habitación de grandes dimensiones ni muchos objetos: un espacio tranquilo o rincón pacífico en tu hogar, ambientado con ciertos elementos como un bonito porta incienso, un cojín o zafu, y alguna decoración a tu gusto, te servirá perfecto.

También recomendamos realizar tus meditaciones en el mismo lugar todos los días. Ya sea que instales una sala de meditación súper elaborada o dedique un rincón de tu hogar para esta práctica, tendrás más posibilidades de éxito si lo haces siempre en el mismo lugar.

Cómo ambientar con inciensos tus meditaciones.

El incienso que uses como desencadenante de la meditación será siempre una elección personal, con una fragancia que sea agradable para ti y un tiempo de combustión adecuado.

Afortunadamente existen muchas opciones para elegir. Nosotros recomendamos  comenzar con un incienso en varita de hierbas o palo santo previo a la meditación para preparar el escenario. También puedes decidirte por incienso en cono u otras presentaciones que pueden servir perfectamente. Otra idea es emplear un porta incienso tipo cascada de humo o similar, que le dará un toque extra a tus meditaciones añadiendo una experiencia visual relajante a ese momento especial.

Dependiendo del tipo de incienso que elijas, así como del aroma, es importante considerar una ventana cerca de tu espacio de meditación para la ventilación del humo.

Con el paso del tiempo podrás ir incluyendo otras acciones a tus meditaciones diarias, así como cambiar el lugar de la práctica, pero mientras se establece la rutina y durante el proceso de formación de hábitos, lo mejor es mantener las cosas lo más simples y repetitivas posible. De igual manera, establece una misma hora todos los días para el encendido de tu incienso de meditación.

Tomará algún tiempo para que tu cerebro asocie el encendido del incienso con los maravillosos efectos posteriores de una meditación, pero pronto verás que se convertirá en algo natural en ti. Recuerda, la clave para hacer que cualquier hábito se mantenga será siempre la constancia.

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